domingo, 7 de abril de 2013

Día Mundial de la Salud


El Día Mundial de la Salud se celebra el 7 de abril para conmemorar el aniversario de la creación de la Organización Mundial de la Salud en 1948.
El Día Mundial de la Salud es en realidad una campaña mundial en la que se invita a todas las personas a prestar una atención especial a un problema de salud.
Brinda una oportunidad de ámbito mundial para centrar la atención en importantes cuestiones de salud pública que afectan a la comunidad internacional. Con ocasión del Día Mundial de la Salud se lanzan programas de promoción que se prolongan largo tiempo tras el 7 de abril de cada año.
Hay medidas y políticas eficaces en varias áreas fundamentales que pueden ayudar a convertir las ciudades en lugares más sanos; por ejemplo:

Comportamientos saludables: políticas y programas que ayudan a reducir el consumo o abuso de tabaco, alcohol y otras drogas, que promueven la actividad física y que ayudan a “convertir la alternativa saludable en la alternativa fácil”
Entornos sanos: iniciativas de municipios, escuelas, comunidades, mercados y otros lugares de trabajo que procuran mejorar el ambiente y promover la salud de sus miembros y asociados.
Infraestructura urbana: promoción de la planificación urbana, espacios públicos limpios, transporte público, reciclaje, energía renovable, espacios verdes, agua y saneamiento
Control y prevención de enfermedades – financiamiento y políticas que apoyan la planificación y las intervenciones en el ámbito de la salud pública y que proporcionan servicios de salud asequibles y accesibles

Este año el tema será la hipertensión arterial, una enfermedad que, de acuerdo a la OMS, afecta en el mundo a uno de cada tres adultos y aumenta el riesgo de infartos de miocardio, e insuficiencia renal

El objetivo de centrar de este tema es reducir el número de infartos promoviendo la toma de conciencia sobre las causas y las consecuencias de la hipertensión; animar a la población a modificar los comportamientos que pueden provocar hipertensión; convencer a los adultos a controlar su presión; aumentar el número de centros de control de la tensión y alentar a las autoridades a crear entornos que promuevan hábitos saludables.



P.N. Natalia Navarro

viernes, 5 de abril de 2013

Día mundial de la actividad física




La inactividad física es el cuarto factor de riesgo más importante de mortalidad mundial.

 Si hay un entorno favorable, el aumento de la actividad física es beneficioso para la salud en todos los grupos de edad. La OMS ha hecho recomendaciones sobre la cantidad óptima de actividad física, pero hacer alguna actividad siempre será mejor que ninguna.
 Las personas inactivas deben comenzar con pequeñas cantidades de actividad física e incrementar gradualmente su duración, frecuencia e intensidad.
La OMS ha elaborado las Recomendaciones mundiales sobre la actividad física para la salud.

Las recomendaciones que figuran en ese documento distinguen tres grupos de edad:
Jóvenes (5 a 17 años)       Para los niños y jóvenes de este grupo de edades, la actividad física consiste en juegos, deportes, desplazamientos, actividades recreativas, educación física o ejercicios programados, en el contexto de la familia, la escuela o las actividades comunitarias. Con el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares y la salud ósea y de reducir el riesgo de enfermedades, se recomienda que:
La actividad física por un tiempo superior a 60 minutos diarios reportará un beneficio aún mayor para la salud.
La actividad física diaria debería ser, en su mayor parte, aeróbica. Convendría incorporar, como mínimo tres veces por semana, actividades vigorosas que refuercen, en particular, los músculos y huesos.

Adultos (18 a 64 años)
Para los adultos de este grupo de edades, la actividad física consiste en actividades recreativas o de ocio, desplazamientos (por ejemplo, paseos a pie o en bicicleta), actividades ocupacionales (es decir, trabajo), tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios programados en el contexto de las actividades diarias, familiares y comunitarias.
Con el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares y la salud ósea y de reducir el riesgo de enfermedades y depresión, se recomienda que:
Los adultos de 18 a 64 años dediquen como mínimo 150 minutos semanales a la práctica de actividad física aeróbica, de intensidad moderada, o bien 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa cada semana, o bien una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas.

Adultos mayores (de 65 años en adelante)
Para los adultos de este grupo de edades se recomienda que:
Los adultos de 65 en adelante dediquen 150 minutos semanales a realizar actividades físicas moderadas aeróbicas, o bien algún tipo de actividad física vigorosa aeróbica durante 75 minutos, o una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas.
Que los adultos de este grupo de edades con movilidad reducida realicen actividades físicas para mejorar su equilibrio e impedir las caídas, tres días o más a la semana.
Cuando los adultos de mayor edad no puedan realizar la actividad física recomendada debido a su estado de salud, se mantendrán físicamente activos en la medida en que se lo permita su estado.



Para preservar la salud y fomentar una buena calidad de vida, es necesaria una dieta saludable y muy importante mantener la actividad física suficiente y regular.
Las dietas malsanas y la inactividad física son dos de los principales factores de riesgo de hipertensión, hiperglucemia, hiperlipidemia, sobrepeso u obesidad y de las principales enfermedades crónicas, como las cardiovasculares, el cáncer o la diabetes.

·         En general, 2,7 millones de muertes anuales son atribuibles a una ingesta insuficiente de frutas y verduras.
*En general, 1,9 millones de muertes anuales son atribuibles a la inactividad física.

 


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P.N. Sebastián Jiménez