Fundación Manos de Jesús

Trastorno de déficit de atención e hiperactividad

Actualmente sabemos que los niños con déficit de atención e hiperactividad (TDAH) pueden mejorar sus niveles de atención a través de un plan de alimentación saludable con ciertas características.

A continuación te sugerimos algunas recomendaciones que pueden mejorar la alimentación y por ende mejorarán la calidad de vida de estos niños.

La frecuencia con la que se presenta este trastorno en los niños ha ido en aumento, se sabe que de cada 100 niños en edad escolar, de 3 a 5 presentan TDAH mientras que en la adolescencia se reportan diferencias por sexo, ya que de 100 hombres adolescentes lo presentan de 1 a 6, y de 100 mujeres adolescentes lo presentan de 1 a 2 (Instituto de Psiquiatría Ramón de la Fuente).

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad engloba varias características, entre ellas; problemas para mantener la atención, para controlar los impulsos y el nivel e actividad. Estas manifestaciones traen como consecuencia la falta de capacidad del niño para controlar su conducta a lo largo del tiempo y para mantener en su mente objetivos y metas así como contemplar consecuencias futuras.

Se sabe que dentro de los factores ambientales que propician la aparición de este trastorno esta la dieta del individuo. Existe bastante información que sugiere algunas etiologías bioquímicas para el TDAH con relación a la dieta, entre ellas están:

• Alimentos/ alergias y aditivos.

• Toxicidad a metales pesados y otros tóxicos ambientales.

• Dietas bajas en proteínas con alto contenido en carbohidratos.

• Desequilibrios minerales.

• Ácidos grasos esenciales (AGE) y déficit de fosfolípidos.

• Deficiencias de aminoácidos.

• Trastornos de tiroides.

• Deficiencias de complejo vitamínico B y fitonutrientes.

Actualmente se sabe que la alimentación saludable es un factor indispensable para tener un nivel de calidad de vida elevado es por eso que los niños que padecen este trastorno no están exentos de las deficiencias. Existen recomendaciones tales como aumentar el consumo de ácidos grasos esenciales por medio del aceite de oliva, aceite de bacalao y pescados azules entre otros.

Otro punto importante es el control del consumo de azucares refinados, grasas saturadas y grasas Trans, cuidando que el consumo no sea elevado.

Finalmente, sabemos que cada niño es un caso específico, por ello es que se sugiere consultar un especialista en nutrición que pueda asesorar al niño y adoptar un plan de alimentación que lo ayude a tener y conservar un estado saludable.

P.L.N. Mayra del Carmen Macías Ravelo.